'Prison Break', lo que pudo ser y no fue

Este artículo contiene spoilers hasta su cuarta temporada

Ya queda poco para que los hermanos más perseguidos de Estados Unidos desaparezcan de nuestra tele de plasma (o en tu bluesky de 14” en el peor de los casos). Esta temporada acaba, para alegría de muchos, en su capítulo 22. Aunque con ciertos matices, porque han hecho dos capítulos más que han decidido emitir directamente en DVD. Otra incoherencia más para el saco. Aunque es cierto que con el 4x22 se cierran las tramas, los dos posteriores ofrecen detalles que no se explican con anterioridad.

Antes de este final me gustaría hacer una reflexión sobre esta serie, que podría haber sido y no fue, una de las mejores obras realizadas en la pequeña pantalla. Y como no, el problema es siempre el afán de lucro. Todos sabemos que las productoras no son hermanitas de la caridad y si ven que es posible rentabilizar y exprimir un producto se ven en la obligación de hacerlo. Hasta aquí de acuerdo.

¿Pero no podría haberse buscado un término medio? A bote pronto se me ocurren dos opciones, que hubieran beneficiado al espectador:

- Haberlo finiquitado en la segunda temporada. Que pese a muchos les hubiera gustado una única temporada, es comprensible que se hiciera una segunda.

- O para mi gusto la mejor, hacer dos temporadas de 12 capítulos. Se ha debatido mucho ya sobre si sería mejor una temporada larga o corta y yo creo que siempre que el producto que se ofrece sea bueno cualquier método sería viable. Pero en el caso de Prison Break, tengo más claro que dos temporadas de 12 capítulos le habrían sentado de maravilla. Además me remito a muchas grandes series de temporada corta: Dexter, Los Soprano, Breaking Bad, Californication, True Blood…

Pero bueno, el caso es que no fue así. Decidieron estirar el chicle a más no poder y crearon una nefasta tercera temporada y una cuarta que no pasa de lo entretenido, (siempre y cuando puedas olvidar como empezó la serie, porque la diferencia es atroz).

Hay mucha gente que sigue defendiéndola a capa y espada, pero hay dos cosas que yo siempre antepongo en una serie y que si no se cumplen hacen que la calidad de la misma disminuya considerablemente. Y aquellos que la apoyéis tendréis que darme la razón. Además, curiosamente estos dos aspectos coinciden con la serie 'Heroes'.

Definición de los personajes

Una serie sin unos personajes bien definidos es un barco sin timón que al final acabará naufragando. Prison Break perdió su timón, y se nota mucho a partir de la tercera temporada. No es admisible que un personaje que desde el principio se ha comportado acorde con una sucesión de comportamientos, luego sea completamente distinto destrozando la idea que teníamos de él. Una cosa es la evolución del personaje, lo cuál es magnífico, y otra es que un pedófilo se convierta en un hombre de negocios y encima se plantee hacer una nueva vida. Tampoco tiene sentido alguno hacerse amigo del hombre que mató a tu padre, o que ese hombre, el pedófilo y tú os juntéis en un plan común.

Giros incomprensibles de guión

Un buen giro en la trama es fantástico siempre y cuando sea coherente y tenga fundamentos. Pero coger y acabar fichando por el grupo que intentó matarte en un principio me parece de locos. Ha habido tantos giros que recientemente me puse a ver el capítulo 17 de la cuarta temporada y tuve que dejarlo a los cinco minutos porque no comprendía nada. Este es básicamente el problema de escribir un guión sobre la marcha.

Podría citar numerosos momentos absurdos a lo largo de su historia televisiva, pero me quedo con los siguientes:

- La decapitación de Sara. La manera de llevarlo todo a cabo fue simplemente penosa. Cada vez que salía la actriz de doblaje se notaba una barbaridad y la resolución final del tema tiene delito.

- La Oficina de Gate. ¿Donde narices estaba metida la gente? Era impresionante como todo el reparto de Prison Break acampaba a sus anchas. Y no es que fueran discretos no.

- Las persecuciones. Si bien es cierto que en la segunda temporada no podían ni mear en un baño público sin que la persona de al lado llamara a la policía, conforme avanza la trama parece que se despreocupan totalmente de este aspecto y pueden hacer en la calle lo que se les antoje.

Eso sí, no todo ha sido malo. La serie de la Fox también me ha otorgado grandes momentos, pero todos en sus dos primeras temporadas, destacando todo el reparto de su primera temporada en general y el personaje de Abruzzi en especial y por supuesto toda la historia que giró en torno a Paul Kellerman en su segunda temporada.

En fin, realmente es una pena. Esta serie fue la primera que me hizo sumergirme en el mundo de la versión original y al final ha entrado en mi lista de no recomendables. Está claro que el dinero es el dinero y que siempre es más fácil continuar un producto ya creado que hacer uno nuevo. Sin embargo, espero que en futuros casos intenten buscar ese punto intermedio entre rentabilidad y dignidad, que aquí rotundamente perdieron.