Me confieso. He sido un fiel seguidor de Aída todos los domingos, pero hay que reconocer que ésta no se encuentra en su mejor momento. Aída se ha ido y me cuesta recordar cuando fue el último capítulo que no me dejo un cierto tufillo de “homenaje” a los Simpsons, Padre de Familia o incluso a Cómo Conocí a Vuestra Madre.
Pues bien, para los que como yo, se sientan saturados de tanto chiste fácil y quieran cambiar de aires les recomiendo que sintonicen Antena 3. Aunque no soy un gran seguidor de la ficción nacional, he de reconocer que el Dr. Sancristóbal se ha ganado un hueco en mi repertorio audiovisual.
No es que sea una obra maestra, y ni mucho menos original puesto que está basada en una serie británica de título similar. Pero tiene una sencillez que me fascina. Eso, combinado con unos actores que cumplen sobradamente su trabajo y la posibilidad de ver unos paisajes magníficos, hacen que esta serie sea fácil de ver.
Doctor Mateo (Gonzalo de Castro, 7 Vidas) es un respetado cirujano que trabaja en Nueva York. Pero por cosas de la vida y debido a una complicación en una de sus intervenciones, decide abandonar su puesto y volver al pueblo asturiano que le vio nacer. Allí comienza su nueva vida y conoce a Adriana (Natalia Verbeke) una profesora de la aldea con la que establece una relación amor-odio. Además, a ellos se les suma un variopinto plantel de personajes secundarios que son sin duda uno de los puntos fuertes de la serie.
Pues bien, para los que como yo, se sientan saturados de tanto chiste fácil y quieran cambiar de aires les recomiendo que sintonicen Antena 3. Aunque no soy un gran seguidor de la ficción nacional, he de reconocer que el Dr. Sancristóbal se ha ganado un hueco en mi repertorio audiovisual.
No es que sea una obra maestra, y ni mucho menos original puesto que está basada en una serie británica de título similar. Pero tiene una sencillez que me fascina. Eso, combinado con unos actores que cumplen sobradamente su trabajo y la posibilidad de ver unos paisajes magníficos, hacen que esta serie sea fácil de ver.
Doctor Mateo (Gonzalo de Castro, 7 Vidas) es un respetado cirujano que trabaja en Nueva York. Pero por cosas de la vida y debido a una complicación en una de sus intervenciones, decide abandonar su puesto y volver al pueblo asturiano que le vio nacer. Allí comienza su nueva vida y conoce a Adriana (Natalia Verbeke) una profesora de la aldea con la que establece una relación amor-odio. Además, a ellos se les suma un variopinto plantel de personajes secundarios que son sin duda uno de los puntos fuertes de la serie.
Por supuesto no todo son pros, y teniendo en cuenta que los personajes secundarios son fundamentales, algunos dejan bastante que desear. Los jóvenes en concreto no terminan de convencerme. Además, a diferencia de los exteriores, en los decorados interiores si vemos una falta de calidad notable.
En definitiva, es una serie sin pretensiones y entretenida. Bien es cierto que es mejorable en ciertos aspectos que he comentado con anterioridad, pero por lo demás supera con creces la mayoría de apuestas de ésta y otras cadenas.
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